Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de junio, 2017

Lista de cien libros cuya lectura mejorarán la cultura salvadoreña

                                       Alberto Masferrer por Valero Lecha (1968) Víctor Manuel Guerra Reyes Masferrer, en su artículo La cultura por medio del libro propone la fundación de Bibliotecas Públicas en los municipios, que contengan al menos cien libros que sirvan para la formación cultural de los salvadoreños y afirma que “si fundáramos las bibliotecas municipales sobre la base de lectura amena, habríamos hecho algo muy importante en este ramo de crear diversiones para el pueblo.” Concluye asimismo que “en nuestra lista no han de figurar sino libros que, por ser divertidos no sean mentirosos, y que no sean obscenos y que no dejen un concepto demasiado estrecho de la vida y que no exijan demasiada técnica como algunos del encantador de Julio Verne. ¿Bastaría con eso? amenidad, inteligencia, decencia, verdad, amplitud y sencillez, paree casi todo lo que deberíamos exigir en los libros que vamos a poner en manos de nuestro pueblo.” En este sentido para Masferrer, “todo l

EL PADRE

EL PADRE Salarrué EL PADRE         La iglesia del pueblo era pesada, musgosa y muda como una tumba. detrás estaba el convento, encerrado entre tapiales, con su gran arboleda sombría; con su corredor de ladrillo colorado; de tejado bajero sostenido por un pilar, otro pilar, otro pilar...; pilares sin esquinas embasados en piedra tallada y pintados de un antiguo color.         El patio era de un barro blanco y barrido, propicio a las hojas secas. Las sombras y las luces de las hojas ponían  agüita  en el suelo; en aquel suelo pelón lleno de paz, por el cual pasaban, gritonas, las gallinas  guineas .         Largo era el corredor: la mesa, el  kinké,  una silla, un sofá, un barril, una destiladera, un viejo camarín, unos postes durmiendo; otra silla, la hamaca, el cuadro bíblico; un cajón; un  burrro  con una  montura ; un freno colgado de un clavo y al final, ya para salir las gradas, unos manojos de pasto verde, el picadero y la  c

LA PETACA

LA PETACA Salarrué Era pálida como la hoja mariposa; bonita y triste como la virgen de  palo  que hace con las manos el  bendito ; sus ojos eran como dos grandes lágrimas congeladas; su boca, cómo no se había hecho para el beso, no tenía labios, era una boca para llorar; sobre los hombros cargaba una joroba que terminaba en punta: La llamaban la  peche  María.        En el rancho eran cuatro: Tules, el  tata , La Chon su  mamá , y el robusto hermano Lencho. siempre María estaba un grado abajo de los suyos. Cuando todos estaban serios, estaba llorando; cuando todos sonreían, ella estaba seria; cuando todos reían, ella sonreía; no rió nunca. Servía para buscar huevos, para lavar trastes, para hacer  rir ...         - ¡Quitá diay, si no querés que te raje la petaca!        - ¡Peche, vos quizá sos hija del cerro!         Tules decía:         - Esta indizuela no es feya; en veces mentran ganas de volarle la petaca, diún corvazo!         Ella lo miraba y pasaba de uno a o

El Negro

  SALARRUÉ El negro Nayo había llegado a la costa dende muy lejos. Sus veinte años morados y murushos, reiban siempre con jacha fresca de jícama pelada. Tenía un no sé qué que agradaba, un don de dar lástima; se sentía uno como dueño de él. A ratos su piel tenía tornasombras azules, de aun azulón empavonado de revólver. Blanco y sorprendido el ojo; desteñidas las palmas de las manos; gachero el hombro izquierdo, en gesto bonachón, el sombrero de palma dorada le servía para humillarse en saludos, más que para el sol, que no le jincaba el diente. Se reiba cascabelero, echándose la cabeza a la espalda, como alforja de regocijo, descupiendose toduel y con gárgaras de oes enjotadas.         El negro Nayo era de porái…: de un porái dudoso, mescla de Honduras y Berlice, Chiquimula y Blufiles de la Costelnorte. De indio tenía el pie achatado, caitudo, raizoso y sin uñas -pie de jenjibre-; y un poco la color bronceada de la piel, que no alcanzaba a velar su estructura grosera, amasada co

Anastasio Aquino

Anastasio Aquino Poema de Pedro Geoffroy Rivas Todavía es ajena la tierra en que reposas Viejo abuelo de piedra. Tu raza indestructible Todavía se afana bajo el yugo. Imposible Es el grito que duras gargantas presurosas, Bajo el amargo signo del trópico impasible, aprientan como gajo lacerante de rosas. Se curvan las espaldas, sangrantes, dolorosas, Surcadas por las huellas del látigo terrible. Ya no duermas abuelo. Vencedor de la muerte, Alza tu voz antigua, consoladora y fuerte, Y que otra vez se escuche tu gran grito de guerra. Erguida para siempre, alta en el sol la frente, Repetirá tu raza de levante a poniente  El eco milenario de “Tierra, Tierra, Tierra”. Fuente: Geoffroy Rivas, Pedro. (1996). Los nietos del jaguar. (1a. Ed.). San Salvador: CONCULTURA. 

La Sirvienta y el Luchador

La Sirvienta y el Luchador de Horacio Castellanos Moya Por Miguel Huezo Mixco Hemos construido una sociedad horrible. El Salvador se describe con tres   v : violenta, vil y vacía. Sí, muy vacía. Vacía y vil. Pero, sobre todo, violenta. El asesinato como forma de resolver las diferencias se ha arraigado desde hace décadas en la cultura salvadoreña mediante un continuado y cada vez más sofisticado ejercicio. La Mara Salvatrucha, nacida en Los Ángeles, que castiga los barrios más pobres de las ciudades del país, y que se ha ramificado como epidemia por buena parte de Centroamérica y México, es hija directa de los torturadores de finales del siglo pasado. Y también de la guerra de liberación. Tres generaciones van ya dándose un festín con los cadáveres esparcidos por doquier como calabazas reventadas en una noche de brujas. Ahora la violencia campea desnuda de ideologías. Las escenas que se viven a diario, escandalosamente magnificadas por los periódicos y la televisión, pa

Corina Bruni

Corina Bruni, escritora salvadoreña nacida en Santa Ana en 1930. Se inició en el oficio de escribir en 1977. Su fuerte es la prosa y poesía y la mayoría de sus libros son de literatura para niños. Básicamente su obra se encuentra de forma dispersa en revistas culturales y en periódicos de cobertura nacional como El Diario de Hoy donde se inició como escritora, La Prensa Gráfica, Diario El Mundo y Diario Latino.   Algunas de sus publicaciones para niños son: Dijo la Aurora a la Brisa Y hablaron los animales Arriba el telón Nube Escuela Hormiguita y Hormigón Juguemos a contar cuentos Leyendas y algo más La casa de papel Pompas de Jabón Sol-So-Bri-Sol Luna de Algodón 77 fabulas y algo más Lights and Colors (Bilingüe) Rataplán Podemos mencionar dentro de sus libros para un público lector adulto los títulos siguientes: Amen Prisionera en el planeta Altibajos Auroras y Ocasos Patria Valiente YO NO CREO Yo no creo en las flores Sobre la

Biblioteca Municipal: un encuentro entre la información, el conocimiento y la cultura

Los capitalinos cuentan con una moderna Biblioteca Municipal ubicada en el segundo nivel del Mercado Cuscatlán. Fue inaugurada por el alcalde Nayib Bukele el 16 de diciembre del año pasado y se considerada una de las obras más emblemáticas del edil, ya que es la primera en su género administrada por el gobierno municipal de San Salvador. El acervo bibliográfico de la Biblioteca es de 5,000 volúmenes y reúne títulos de las diversas áreas del conocimiento: obras generales, filosofía y psicología, religión, ciencias sociales, lenguas, ciencias puras y aplicadas, arte, recreación y deportes, literatura y geografía e historia. La Biblioteca municipal se ha convertido en un espacio de encuentro entre la información, el conocimiento y la cultura. Niños, jóvenes y adultos acuden diariamente a deleitarse con una buena lectura, a satisfacer sus necesidades de información, a realizar sus tareas escolares y a cultivar la lectura por placer y recreativa. Al cumplir medio año de haber sido ina