En el primer acto en el pueblo se celebra la gesta de los nonualcos. Conversa un emigrante con un natural de lugar. Este le narra cómo murió Aquino. Natural del lugar.- Le pusieron el cebo más viejo del mundo... una mujer. Emigrante.- ¡Hombre astuto y creer en mujeres! Natural del lugar.- Le dijeron que estaba en peligro y quiso protegerla. Emigrante.- Pero su gente, los nonualcos, ¿qué hicieron? Natural del lugar.- La represión fue terrible. Incendiaron y saquearon el pueblo los malditos soldados y colgaron a los rebeldes. Ese árbol de tamarindo desde entonces está seco, desde entonces se secó. Aparece María Quinta, la hija de Anastasio, y pone flores en el tamarindo. Aparece un mensajero que le dice a ella: ¡María Quinta! ¡Los nonualcos alzados por todas partes! ¡Combaten en el pueblo vecino y caen del monte triunfantes!. A lo lejos se escucha la balada de Anastasio Aquino: ¡Vuelve otra vez, abuelo, con tu grito de guerra! ¡Viejo abuelo de piedra, no des cuartel ni tregua! ¡Q
Literatura y Cultura Salvadoreña