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Mostrando entradas de agosto 19, 2014

Anastasio Rey

Pieza dramática en X retablos. José Napoleón Rodríguez Ruíz (Música de la Obra) QUE GRAN EQUIVOCACION Mi padre me dijo siempre hijo! tú serás recolector, Ay qué hermosa profesión: Ni los curas, ni doctores, ni políticos ladrones ganan más que un recolector. Cuántos diezmos y primicias! las mazorcas, los collares, los huipiles, las enaguas, las pulseras, los anillos, mucho oro, mucha plata, cada día te darán. ¡Qué gran equivocación! las mazorcas con dos granos, los collares de pacunes, ya no hay jade ni oxidiana, mucho polvo y esqueletos cada día encuentro más. Por si eso fuese poco españoles no me quieren estos guardias no me quieren los mestizos no me quieren en cambio los indios me quieren…linchar. en cambio los indios me quieren ... linchar. Hasta ahora yo he vencido pobres indios, eran pocos, sin embargo me pregunto si son muchos, si son muchos podré vencer después, tengo miedo, tengo miedo mucho miedo, mucho miedo

El Tesoro del Cerro del Picacho

                                      EL TESORO DEL CERRO DEL PICACHO Por José Villegas Recinos En las noches silenciosas baja de la cumbre del Cerro del "Picacho" una gran bola de fuego que viene a caer a una poza del río Lempa -Baja a beber agua- aseguran los 1ugareños del caserío "El Conacaste" (jurisdicción de Santa Rosa Guachipilín). Enseguida vuelve a subir al cerro y se pierde entre las breñas. No se hace visible esta bola ígnea todas las noches, sino principalmente en las noches de Cuaresma -Es que en esa época, refieren, el Enemigo de las almas anda suelto por los cerros, despertando sus encantos para ver si hay todavía valientes en el mundo que quieran hacer pacto con él. Esa bola que parece de fuego, no es más que una gran bola de oro y el atrevido que llegara a posesionarse de ella se convertiría en el hombre más feliz. Esa bola ya en la casa, de noche, iluminaría todo el aposento de su poseedor y le atraería una gran felicidad. En la n