Miguel Ángel Chinchilla Amaya PROLOGO La principal "fuente de inspiración" de un escritor son sus obsesiones, sus manías, sus fantasmas o duendes personales. Con frecuencia, esas obsesiones o duendes coinciden con los sentimientos y mitos de una buena parte de la sociedad. Es entonces cuando la obra literaria hace ¡clic! o hace ¡bom!. En virtud de lo anterior, y por ser lector asiduo de Miguel Ángel Chinchilla, y por ser su compañero y amigo, con mucho gusto comento aquí -para los lectores de esta novela- algunos de sus principales rasgos y valores. Chinchilla está obsesionado con un duende muy simpático: el Cipitío, que es el "Príncipe de las flores y del amor" en esta tierra de preseas que es Cuscatlán. Una especie de Eros o Cupido guanaco. ¡Qué buena obsesión! En primer lugar porque es la de un buen sector del "pueblo popular", como diría Miguel; en segundo lugar, porque de esa obsesión
Literatura y Cultura Salvadoreña