José Luis Cabrera Arévalo
PRÓLOGO
Los vestigios numismáticos de nuestro país, las conocidas como fichas, reflejan lo que era el medio de pago para los colonos y trabajadores en las haciendas primigenias de las familias terratenientes antepasadas.
Estos pequeños objetos son como un camino para adentrarnos en la reconsideración del pasado agrícola y comercial, pues son, a la vez, testimonios y documentos de las fincas de café, que por varios años fueron utilizadas como medio o valor de cambio. La historia a este respecto no ha quedado escrita en un libro ni retenida en alguna memoria, pero podemos intentar su reconstrucción partiendo de los datos que sobre ella existen en los testimonios del pasado y la documentación escrita.
La historia de las fichas en nuestro país nos revela una vida íntimamente ligada a las circunstancias político-económicas nacionales, y es por ello que el libro que hoy esta casa de estudios publica, sin duda alguna, será un importante aporte para dar inicio al estudio de ese influyente, pero dudoso, período de desarrollo de nuestra historia.
Las fichas, entendido como dinámica del dinero no oficial circulante y de carácter limitado -solo en una determinada finca cafetalera, por ejemplo- fue una clara expresión que resaltó la precariedad del ritmo monetario de la época, sea por sus funciones, su valor o su circulación, en las relaciones económicas y sociales. Por ello, Las controversiales fichas de fincas salvadoreñas: antecedentes, origen y final, de don José Luís Cabrera Arévalo, nos permite comprobar la diversidad monetaria que existía en ese ámbito y sacar algunas conclusiones, aunque estas no se pueden sintetizar por los múltiples tipos de interés en cuanto a los efectos económicos y aceptabilidad de la ficha como factor social.
Por lo visto, la ficha tenía un uso privado y otro público. El primero afectó a las relaciones económicas y el segundo las relaciones socioculturales. Los efectos y ritmos más importantes de estas relaciones económicas, de hecho, se observaron y sintieron en las ciudades con su actividad comercial, monetaria, política etc.
Respecto a la influencia cultural está la publicidad, que como sello de identidad y seguridad se grababa en las piezas, y que hacía de la ficha un símbolo de poder para sus propietarios, que influía en la vida y costumbres de los pobladores, hasta llegar a cambiadas. Esta última influencia no solo fue importante por cuestiones políticas, sino hasta de gasto público, porque permitió, con seguridad, saldar deudas o financiar proyectos políticos de la clase acaudalada de entonces.
Es interesante reflexionar sobre el valor antropológico, histórico, estético y hasta artístico que representa la ficha como tal. Pero no hay que olvidar que detrás de su acuñamiento -para muchos, nostálgica moneda- se esconde todo un sistema de explotación ya que, con estas monedas, el trabajador estaba obligado a comprar en la tienda del dueño de la finca, y este, a su vez, determinaba los precios de los productos a su conveniencia y con miras solo en su propios Intereses.
La Universidad Tecnológica de El Salvador, con el apoyo científico del Museo Universitario de Antropología, con esta edición tiene como propósito lograr una mejor comprensión de la historia y la realidad nacional.
Dr. José Mauricio Loucel. Rector.
San Salvador, Septiembre de 2009.
Fuente: Cabrera Arévalo, J.L. (2009). Las Controversiales fichas de fincas salvadoreñas: antecedentes, origen y final. San Salvador: Universidad Tecnológica de El Salvador.
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