Oración en la Guerra y Otros Poemas
David Escobar Galindo
NOTA DEL AUTOR
Para mí, personalmente, el proceso de guerra que
vive El Salvador comenzó en 1974,
cuando un grupo clandestino secuestró a mi padre. Pero yo soy, por principio y por
vocación, un hombre de paz; y he vivido todos estos dolorosos y alucinantes años dentro
de mi Patria, respirando los efluvios sulfurosos de laviolencia, aunque compartiendo también
las vibraciones estimulantes de un pueblo que se niega a perecer, y que, por el contrario,
quiere conocer en su plenitud la Libertad y la Democracia, así:, en definidas y definitivas
mayúsculas. El proceso existe ya, pero el camino es largo, muy largo; aunque sé que
tendremos ánimos, glándulas, fuerzas y espíritu para recorrerlo. Sobre todo espíritu,
que es lo que se ha fortalecido más en El Salvador, contra todos los augurios y contra
todos los análisis ideológicos deterministas. La guerra enseña y aflige. La guerra
–tan dura, tan ciega- hace nacer alas de flaqueza. En medio de la guerra, el poeta
comprende que su palabra jamás es ejercicio de urgencia, sino, más bien, apremio
y búsqueda de eternidad. Es en los momentos más difíciles cuando más hay que
cuidar la Belleza y más hay que pulir la difícil Fe. Este pequeño libro ha ido naciendo de
todas esas convicciones.
cuando un grupo clandestino secuestró a mi padre. Pero yo soy, por principio y por
vocación, un hombre de paz; y he vivido todos estos dolorosos y alucinantes años dentro
de mi Patria, respirando los efluvios sulfurosos de laviolencia, aunque compartiendo también
las vibraciones estimulantes de un pueblo que se niega a perecer, y que, por el contrario,
quiere conocer en su plenitud la Libertad y la Democracia, así:, en definidas y definitivas
mayúsculas. El proceso existe ya, pero el camino es largo, muy largo; aunque sé que
tendremos ánimos, glándulas, fuerzas y espíritu para recorrerlo. Sobre todo espíritu,
que es lo que se ha fortalecido más en El Salvador, contra todos los augurios y contra
todos los análisis ideológicos deterministas. La guerra enseña y aflige. La guerra
–tan dura, tan ciega- hace nacer alas de flaqueza. En medio de la guerra, el poeta
comprende que su palabra jamás es ejercicio de urgencia, sino, más bien, apremio
y búsqueda de eternidad. Es en los momentos más difíciles cuando más hay que
cuidar la Belleza y más hay que pulir la difícil Fe. Este pequeño libro ha ido naciendo de
todas esas convicciones.
Un Hombre ha Muerto…
Un hombre ha muerto. ¿Quién? No importa. Ha muerto.
Ha muerto… ¿en qué lugar? Tampoco importa.
¡Tan sólo importa, pues, eso que corta
la vida con su tajo amargo y cierto!
Lo cierto es que se ha muerto. Está desierto
Por un instante el mundo. Un ala absorta
Cruza el azul. El infinito aborta.
¡Importa que un sepulcro se haya abierto!
No importa quién. La identidad. La historia.
La bala atroz o la agonía vaga.
¿Murió de indignidad, murió de gloria?
No importa. Un hombre ha muerto. Ahí la llaga.
¡Y aunque la vida es nube transitoria,
Sólo la vida importa, que se apaga!
David Escobar Galindo (1943). Poeta y narrador
salvadoreño. La figura intelectual más destacada de su generación, según la
crítica nacional e internacional. Ha publicado más de veinte libros de poesía,
cuento, novela, teatro, fábula, en España, México, Argentina, Guatemala, Costa
Rica y El Salvador. Ha sido traducido al inglés, francés,
alemán y portugués; ha obtenido dieciocho premios internacionales. Académico de
la Lengua.
Fuente: Escobar Galindo, David. (1989). Oración en
la Guerra y Otros Poemas. San Salvador, El Salvador: Ediciones Thau.
Comentarios