René Edgardo Vargas Valdez
INTRODUCCIÓN
"Pensar
es servir" (José Martí)
Estudiar la realidad es un ejercicio extremadamente complejo por
varias razones.
La primera
de ellas es el escenario a conocer, el cual está sujeto a la interpretación de
quienes tratan de aprenderlo y aprehenderlo; interpélese a varios estudiantes
acerca de las causas de la violencia actual en El Salvador, y encontraremos una
diversidad de respuestas. En segundo lugar, y esto tiene que ver con la nueva
revolución tecnológica, la conectividad para acceder a la información de los
acontecimientos es tan ágil que cambia la perspectiva del observador acucioso
de un momento a otro, nutrido por una dinámica social con transformaciones
rápidamente identificables, que exigen la actitud diligente del investigador
para mantener actualizados sus conocimientos sobre el mundo en que vivimos. En
tercer lugar, y no por ello menos importante, la falta de un método de análisis
para estudiar los cambios estructurales y coyunturales, distorsiona la
interpretación científica de los hechos, quedándose muchas veces a nivel de
explicaciones parciales, anecdóticas o de elaboraciones enciclopedistas,
reduciendo la historia a un listado de fechas y nombres, como si no hubiese
relación alguna entre ellas.
Hemos
de reconocer, en este último aspecto, que aunque entre los estudiosos del
método de investigación existen puntos divergentes, todos coinciden en dos
principios básicos:
1)
La necesidad de conocer las elaboraciones teóricas en ciencias sociales para
ocultar el entorno, cuya validez en la práctica ha sido verificada y, por ende,
constituidas en conocimientos científicos para explicar la realidad.
2)
Se debe aprender la manera de proceder a realizar una investigación, esto es,
el método y su discernimiento desde la metodología de la investigación
científica, para efectuarla.
Lamentablemente,
el estudio de los métodos en ciencias sociales, como marcos teóricos de
interpretación del problema estudiado, y del método de investigación como el
camino para lograr el conocimiento científico, han sido muy poco exigidos en el
sistema educativo salvadoreño en general, a pesar de ser aceptados como
necesarios para la formación académica de los estudiantes, acuerdo que explica
el requisito en los pensum universitarios de la cátedra Metodología de la Investigación Científica, a través de la cual
el estudiante debe aprender y poner en práctica el proceso a seguir en la
ejecución de su actividad para lograr los objetivos propuestos.
Un fuerte
escollo se interpone, dado lo difícil que resulta a educandos que recién
inician su formación a nivel superior, interpretar hechos tan complejos y
describirlos de manera accesible, ordenada y coherente, por sus particulares
debilidades heredadas del sistema de enseñanza básica y media. Consecuentes con
esa incuestionable realidad, hemos tratado de comunicamos con los lectores en
un lenguaje lo más comprensible posible, procurando no arriesgar la esencia de
los contenidos de cada tema; en tal sentido, les excitamos a realizar su
personal esfuerzo si en algún momento, los distintos razonamientos les exigen
mayor perspicacia en la lectura. Filosofar requiere de una labor en donde se
aplique la capacidad natural de intelegir, energía potencial cuyo esfuerzo por
desarrollarla gratifica con la oportunidad de comprender, explicar, comunicar y
transformar la realidad. La Sociología, como ciencia de la realidad, demanda buscar
la excelencia una vez iniciados en la investigación, exigiendo un derroche de
voluntad por tratar de ejecutar cada vez mejor las acciones que exigen los
papeles en los que participamos dentro de la sociedad. Desplegar nuestro ser
inteligente y enfrentar los retos con una actitud positiva, sustentada en el
aceptamos con nuestras fortalezas y nuestras debilidades, son condiciones
necesarias para iniciarse en la producción del conocimiento científico,
contrario al difundido criterio de quienes afirman que tal actividad requiere
de características muy especiales, por tanto, asignada solo para una élite
intelectual. Quienes así piensan esconden, en el fondo, una manera de escapar a
los desafíos que el escenario de su entorno les plantea, retos que tienen implícito
el reconocimiento de las cualidades naturales de quien investiga, mediatizadas
por un proceso de socialización manifestado en la cultura tradicional de las
lógicas e inteligentes excusas, expresadas en frases como: muy difícil, esto no es para mí, mejor que
lo haga otro, lo realizaré mañana, etc., produciéndose el doble efecto
paradigmático de la postergación y el negamos al conocimiento, por ende, a la
puesta en práctica de nuestras capacidades intelectivas. Creemos que, aparte de
tratar de inculcar en el estudiante las competencias que los programas de las
distintas materias determinan como objetivos, hay características a fomentar
para ayudarlos a convertirse en mejores personas, en ciudadanos conscientes,
partiendo de la premisa sostenida por especialistas en pedagogía: "una enseñanza que no genera cambios,
deja de cumplir con su función esencial". La orientación filosófica
debe estar sustentada en inculcarles el compromiso de transformar la realidad;
como seres sociales, han de aprender y practicar el trabajo colectivo, teniendo
como guía de su acción social el comportamiento ético basado en los principios
de honradez, amor a la verdad y modestia, conjuntados con los valores de
solidaridad, responsabilidad y autodisciplina. El primero hace referencia a la
acción moral del respeto y objetividad que debe tenerse por los hechos
observados, evitando su deformación en función de determinados intereses; el segundo,
amor a la verdad, debe asumirse como inherente al ser humano, inculcándolo a
través de incentivar el interés por su incansable búsqueda, basada en juicios
de realidad. La modestia para aceptar las críticas, es la mejor forma de
avanzar en el conocimiento y el pensamiento democrático, como lo es el respetar
el aporte de otras investigaciones. Una regla adicional del del rasgo ético de
toda investigación es su contribución a la transformación de la realidad, por
ello, el investigador debe tener como su horizonte, proyectarse socialmente a
través del hacer ciencia, e involucrarse activamente mediante una acción
comprometida con el cambio. Filosofía y Sociología nos han heredado métodos
científicos de análisis para trascender la explicación cronológica o anecdótica
del transcurrir histórico, y extenderse hacia el estudio analítico del entorno,
entendido como una totalidad dinámica.
El doctor Ignacio Ellacuría (1990), en su obra póstuma "Filosofía de la realidad
histórica", afirma que "la
realidad es un todo sistemático, la realidad es un todo dinámico, la realidad
verdadera -no puramente aparencial-de cada una de las cosas que, en definitiva,
no son sino momentos procesuales de un todo en pleno dinamismo, sino,
principalmente, la realidad entera en lo que tiene de verdaderamente real más
allá de .las apariencias" (p.18). No hay, pues, realidad histórica
sin realidad puramente material, cuya característica es el cambio continuo, por
tanto, es un proceso vivo que, dinamizado por sus contradicciones, sigue la
lógica de la vida: paz-guerra, caos- orden, armonía-anarquía, positivo-negativo,
dirigir-dominar, etc. Poniendo en práctica las anteriores propuestas
pedagógicas y metodológicas, iniciamos con el capítulo I relatando la visión
del mundo en nuestra cultura original y su extraordinaria evolución,
interrumpida violentamente con la invasión española y el subsiguiente proceso
de conquista y colonización (capítuloI l). Explicamos luego, como las dinámicas
históricas dentro del respectivo signo de los tiempos en cada fase, crearon las
condiciones subjetivas y objetivas para las luchas de independencia, iniciando
la vida institucional propia dentro de las etapas del capitalismo liberal y del
Estado de bienestar (capítulos del III al
V), resaltando las contradicciones internas como motor de una evolución que
poco a poco fue derivando a la confrontación armada que duró 12 años, resuelta
finalmente con la firma de un contrato social o tratado de paz (Capítulos VI y
VII). Se abre así un nuevo período histórico iniciado con políticas públicas
elaboradas para insertar al país en la globalización desde el modelo neo
liberal (capítulo VIII), proceso que constituyó una revolución por su impacto
en todos los órdenes de la sociedad, algunas de cuyas características, causas y
efectos esbozamos en los capítulos del IX al XII. Concluimos en el capítulo
XIII con el análisis del estado de cosas al iniciarse el inédito suceso de un
gobierno de izquierda, elaborando una reflexión final sobre el futuro de
nuestra democracia, y por supuesto, de las posibilidades de cumplirle al demos con la intermitente fallida
promesa de construir un mejor El Salvador. Queremos dejar constancia del
agradecimiento a los docentes de la cátedra de la REALIDAD NACIONAL, y a todos
los intelectuales que de manera desinteresada han colaborado con sus valiosos
aportes para hacer posible esta obra, en especial al doctor Jorge Ernesto Peña
Villacorta, al licenciado Francisco Sorto Rivas, a la licenciada Sandra de
Mendoza, a la licenciada EIsa Ramos, a la licenciada Blanca Ruth Orantes, al
doctor José Manuel Bonilla Alvarado, al Ingeniero José Ricardo Calles Hernández
y al Ingeniero Roberto Viera. Referencia aparte nos merece el licenciado Carlos
Reynaldo López Nuila, quien en su permanente compromiso por inculcar a las
comunidades universitarias el interés por la búsqueda de la verdad, ha sido el
principal impulsador de este proyecto, apoyándolo permanentemente con sus
valiosas y desinteresadas observaciones a los distintos borradores, hasta
concretar el documento final. Todos ellos son un claro ejemplo de lo importante
que es anteponer los intereses de la sociedad a los particulares, en aras de
construir una sociedad más justa y equitativa, evidencia incontrastable de que
un El Salvador mejor es posible. Ofrecemos a la comunidad universitaria el
resultado de este esfuerzo colectivo, abiertos a toda crítica que contribuya a
avanzar en ese proceso interminable de la búsqueda de la verdad, lo cual
permitirá enriquecer su contenido a futuro, logrando proposiciones cada vez
mejor elaboradas; mientras tanto recordemos que: una sociedad que no aprende de su historia está condenada a repetir los
mismos errores.
Fuente:
Vargas Valdez, R. E. (2012). Realidad Nacional. San
Salvador: El Salvador: Multilibros.
Comentarios
A que se refiere jose Martín cuando expresa pensar es servir ?