La luna se me murió
aunque no creo en los ángeles.
La copa final trascurre
antes de la sed que sufro.
La grama azul se ha perdido
huyendo tras tu velamen.
La mariposa incendiando
su color, fue de ceniza.
La madrugada fusila
rocío y pájaros mudos.
La desnudez me avergüenza
y me hace heridas de niño.
El corazón sin tus manos
es mi enemigo en el pecho.
ROQUE DALTON
FUENTE: Dalton, Roque. (1980). La ventana en el rostro. San Salvador: Editorial Universitaria.
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