Ir al contenido principal

CLAUDIA LARS



BIOGRAFÍA

Carmen Brannon, conocida en el mundo de las letras por Claudia Lars, nació en Armenia, departamento de Sonsonate, el 20 de diciembre de 1899 y murió en San Salvador el 20 de julio de 1974.
Sus padres fueron don Patricio Brannon y doña Nela Vega de Brannon. Claudia Lars surge en el momento tardío del romanticismo en América; "se le puede considerar como una poeta post-contemporánea por el uso legítimo que hace de un tipo de imagen y de metáfora en abierto desafío con la tradición. Pero no se trata solo de los aspectos formales, esteticistas. Enrumba en la nueva poesía por otros valores intensos, en los contenidos líricos de última hora, y que podríamos sintetizarlos así:
1.     Un anhelo conturbado de la religión acaso solo vagamente deísta.
2.      Hacia el respaldo de la solidaridad humana, en su latido y sentido de comunión, aunque no en su más explícito apolítico.
3.     Afirmación simple y pura de los valores de la vida como tales, sencillos y reales a pesar de todo".
Como dice Juan Felipe Toruno refiriéndose a los primeros escritos de Claudia: "entro vacilante, se enardeció con el trópico, atendiendo sus sentimientos, pero vario el tono personal inconfundible de una sensibilidad fuerte, de una mentalidad incursionadora en la vida, en la muerte, en el cosmos, en los abismos
del misterio. En cada nuevo poema, Claudia nos muestra en su obra una actitud social que trasciende sus convicciones individuales, más alta que sus cantos al amor, a la vida y a la muerte; su poesía es profundamente arraigada a la tierra, hondamente ceñida y por lo tanto humana”.
De su poesía ha dicho Humberto Díaz Casanueva que: "es la suave conjugación del silencio con la palabra. Evoca y sugiere dentro de nieblas radiantes y realiza lo que constituye la virtud propia del sortilegio. Lirismo simple, alusiones, vibraciones, purificación y calma". "Claudia cincela el verso como un vaso de oro y su poesía es eso: oro macizo y genuino, legitima onza de oro, del viejo oro de Castilla que resplandece con el tiempo".
Cargos desempeñados: dirigió la Revista Cultura del Ministerio de Educación; fue secretaria de la Dirección General de Publicaciones.
Premios obtenidos: Flor Natural en los Juegos Florales de San Salvador de 1946, con el poema "Ciudad bajo mi voz"; Segundo premio en el Certamen Nacional de Cultura de El Salvador de 1961, con el poema "Sobre el Ángel y el Hombre"; Flor Natural en los Juegos Florales Hispanoamericanos de Quezaltenango, Guatemala en 1965 con el poema "Del fino amanecer".
Obras publicadas: "Estrellas en el pozo", "Canción redonda"; "La casa de vidrio"; "Romances de Norte y Sur"; "Tierra de Infancia"; "Del fino amanecer"; "Sus mejores poemas"; "Obras escogidas"; "Fabula de una verdad"; "Girasol"; "Escuela de pájaros"; "Poesía ultima"; "Donde llegan los pasos"; "Presencia en el tiempo"; "Sobre el ángel y el hombre"; "Sonetos", "Nuestro pulsante mundo".

"DEL FINO AMANECER"
Fue publicada en San Salvador en el ano de 1967. Esta obra recoge los momentos más iluminados y los sondeos a veces profundos de una infancia y de una adolescencia reiteradamente vividas en la emoción y el recuerdo, en un bien logrado equilibrio del sentimiento, del concepto y de la expresión. El significado de estos poemas evidencia una actitud de misterio ante la vida y una busca de Dios apasionada. Con mano de hada va tejiendo en el telar de los sueños la evocación de su infancia y adolescencia. Se encuentran temas referidos a Dios, al amor, a la muerte, etc. En dicha obra Claudia alcanza el fino amanecer de la inocencia y el encendido nacer de la adolescencia con sus turbadores misterios, con junio prometedor, agosto ardoroso y un octubre de helechos.

FUENTE: Anaqueles. Revista de la Biblioteca Nacional. No. 2. Mayo de 1979.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Bombas (Folklore Oral de El Salvador)

Si el sol del cielo cayera, Y al caer se quebrara, Sin duda de sol sirvieran Los ojos de tu cara. El gallo de la vecina, Qué triste y alegre canta; El que duerme en casa ajena De mañana se levanta. Dicen que tienes dinero Y orgullo para gastar, Gastálos poco a poquito, No se te vaya a acabar. Ayer salí de mi casa Arrastrando mi camisa, Sólo por venir a verte, Carita de lagartija. Limoncito, limoncito Cortado de una ramita, Dame un abrazo apretado Y un beso de tu boquita. Una vieja con un viejo Cayeron dentro de un pozo, Y la vieja le dijo al viejo ¡Hay que baño tan sabroso! ¿De qué le sirve a tu nana, Ponerle tranca al corral, Si te has de venir mañana, Salga bien o salga mal? Zipote, nariz de moronga, Andá donde tu nana, Que te la componga. Ayer pase por tu casa, Me tiraste una iguana, Yo la tomé de la cola Pensando que era tu nana. Ayer pasé por tu casa, Me tiraste una rata Yo la

Sara Palma de Jule

                                                             Sara Palma de Jule Nació en Santa Ana. Se graduó como maestra normalista en la Escuela Normal "España", habiendo obtenido el primer lugar de su promoción. Colaboró con  El Diario de Hoy con la "Revista Dominical" de La Prensa Gráfica. Durante varios años trabajó en las Empresas DIDEA, donde fungió como secretaria del magnate don Luis Poma. A su vocación poética se une su ingenio e indiscutibles dotes intelectuales. Una escuela de la ciudad de Apopa lleva su nombre. Es miembro del Ateneo de El Salvador, Ateneo Salvadoreño de Mujeres, Unión de Mujeres Americanas UMA, Organización Mundial de Educación Preescolar OMEP y Club de Mujeres de Negocios y Profesionales. Ha viajado por Guatemala, Costa Rica, Panamá, los Estados Unidos, España, Francia, Italia, Suiza y Austria. Obras publicadas: "Surtidor de Trinos" (1982), "Tranvía de Ilusiones" (1984), "Fantasia" (1994)

Escuela de Pájaros

A LA VIBORA, VIBORA... A la víbora, víbora, de la mar, por aquí quiero pasar. Las olas que se acercan, las olas que se van, y detrás de las olas, las olas más y más... Escamas de arco-iris, escamas de metal. ¡ya se durmió la víbora, ya quiere despertar! Camino de mi frente -caminito especial- si de mi frente sale, ¿quien lo puede alcanzar? En menos de un segundo conoce la ciudad; en lo que cierro un ojo por el aire se va; siguiendo mariposas deja juegos atrás y toca de repente, la víbora de la mar. Aunque niño me llamo y no puedo nadar muchas islas descubro sentado en mi diván. Al agua marinera, que baila por bailar, sin mojarme la blusa la puedo atravesar. Caballito marino, caballito de sal, con brida de canciones te logro sujetar. ¿En dónde llora y llora la niña tempestad? ¿En dónde crece, rojo, el árbol de coral? Iremos galopando -rataplán, rataplán- caballo de los tumbos, que sabes galopar. ¡Qué praderas de espuma! ¡Qué montañas