David Escobar Galindo
La ronda de frutas tropicales, nos provoca con su variada dulzura, nos alegra con sus vívidos colores y nos anima con su deliciosa frescura. Dirigida a nuestros queridos niños salvadoreños, los adultos también la leen y la gozan, en su sencillez, pero vestida de preciosas resonancias poéticas.
La ronda es fruto del fino trabajo del poeta David Escobar Galindo, de su sensibilidad e identificación con las especies que brinda la naturaleza nacional, dignas de ser cantadas. Así, desfilan por estas breves páginas el copinol, las guayabas, el icaco, el cujín, la mandarina, las guindas, el marañón, el coco, la jícama, la granadilla, la sandía, los nances, la papaya, la manzana-rosa, los cítricos, el zapote, los mangos, los guineos y otras muchas frutas/todas ricas... todas lindas, todas sumando delicias y armonías de la madre tierra.
La Piña
Entre las verdes espadas
brota el tesoro escondido:
lo enterró, como semillas,
el viejo príncipe indio.
Por eso cada verano
germinan las frescas mieles,
en mil estuches de oro
que cuidan espadas verdes.
El Ángel de las frutas
con que pinta -gozoso-
las almas de las frutas.
Entre las verdes espadas
brota el tesoro escondido:
lo enterró, como semillas,
el viejo príncipe indio.
Por eso cada verano
germinan las frescas mieles,
en mil estuches de oro
que cuidan espadas verdes.
Hay un
ángel que pinta
las almas de las frutas
con pinceles mojados
en aroma y en música.
las almas de las frutas
con pinceles mojados
en aroma y en música.
Es un
ángel que agita
su sombrero de plumas
sobre todos los huertos
que prometen dulzura.
su sombrero de plumas
sobre todos los huertos
que prometen dulzura.
De
Perquín a Conchagua.
De Santa Ana a Tejutla.
De Sesori a Nejapa.
De llobosco a Juayúa. De Santa Ana a Tejutla.
De Sesori a Nejapa.
En
caballo con alas
monta el ángel de azúcar,
y repletas alforjas
lleva siempre en la grupa. monta el ángel de azúcar,
y repletas alforjas
Van ahí
los sabores,
los
aromas, las
músicas con que pinta -gozoso-
las almas de las frutas.
David Escobar Galindo
Nació en Santa Ana el 4 de octubre
de 1943. Estudió en el Colegio "García Flamenco". Siguió su carrera en Jurisprudencia y Ciencias Sociales en la Universidad de El Salvador (1961-1968).
Fue director de la Revista “Cultura” y director de la Biblioteca Nacional. Miembro de la Academia Salvadoreña de La Lengua. Fundador y rector de la Universidad “Dr. José Matías Delgado”. Diplomático, editor y escritor muy exitoso, ha
gozado de amplio reconocimiento nacional e internacional.
Ha trabajado los diferentes géneros literarios: la novela, el cuento, la
fábula, el teatro, el ensayo, pero esencialmente la poesía. Es el autor salvadoreño con
más títulos publicados. De sus obras, se han hecho varias traducciones al alemán, portugués, francés, inglés y sueco. Entre sus obras poéticas más conocidas, destacan las siguientes: “Sonetos
Penitenciales”, “libro de Lillían”, “El
Corazón de Cuatro Espejos”, “Pasión del Tiempo”, “Oración en la Guerra”, “Doy Fe de la Esperanza”, “Árbol sin Tregua”, “Jazmines Heredados”, “Cornamusa”, “Guijarros de Humedad”, “El Jardín Sumergido”.
Entre sus obras de literatura infantil, se han publicado “La Ronda de las Frutas”, “Versos para colorear un Pequeño País” y “Fábulas”.
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