Ir al contenido principal

Geografía elemental de la República de El Salvador

                                                                                 Guillermo J. Dawson
Nota Introductoria
Cuando se escriba la historia del libro de texto salvadoreño, habrá de figurar entre los primeros -y quizá el primero- la sorprendente obra de Guillermo J. Dawson "Geografía Elemental de la República del Salvador", fechada en 1890 y editada por Hachette de París. Digo sorprendente porque a esa altura del siglo XIX constituye un esfuerzo extraordinario escribir un libro tan exhaustivo sobre el país, con centenares de ilustraciones, algunas de las cuales correspondan a cosas y lugares que ya no existen.
Aunque la obra en sí carece de un prólogo explicativo sobre el patrocinio de esta producción, es indudable -por la fecha- que fue requerida y alentada por el Presidente general Francisco Menéndez (período 1885-1890) notable reformador de la educación por medio de una misión de maestros colombianos que introdujeron las técnicas de Pestalozzi y autores como Dawson, quien produjo el primer notable texto de geografía del país. Como desconocemos el mes de la edición, no sabemos si la circulación del libro en referencia corrió a cargo del general Menéndez o de los hermanos Ezeta, quienes derrocaron y produjeron la muerte del notable gobernante, el 22 de Junio de 1890. Como quiera que fuera, la geografía de Dawson ha de haber tenido una prolongada vigencia como texto nacional. El formato didáctico de la obra es el de preguntas y respuestas muy apropiado para el método lancasteriano, del dominio de la mayoría de profesores salvadoreños de entonces. La misión colombiana debe de haber visto con reservas este formato, pues sus miembros proponían la intuición y arremetieron contra el memorismo excesivo tan propio del lancasterismo.
Un mérito indiscutible de esta geografía es la incorporación de centenares de ilustraciones. Esto sobresale en un país en donde la iconografía histórica es verdaderamente pobre. Lamentablemente, Dawson no incluyó ni un solo mapa o croquis en un libro en cuyo texto destaca bastante los contornos y limites de poblaciones y departamentos. Gracias al patrocinio y esfuerzo de Grupo Agrisal, Fundemas y la Comisión Nacional para el Desarrollo, se encuentra el lector frente a una obra que tiene I 16 años desde su primera edición. En Agosto de 1996 la Academia Salvadoreña de la Historia, con el apoyo de la fundación María Escalón de Núñez, hizo una edición facsimilar de quinientos ejemplares, cuyas ilustraciones salieron bastante defectuosas. Este problema pretende ser superado en la presente publicación. Después del trabajo de Dawson se publicó la interesante "Geografía Ilustrada de El Salvador" del ingeniero Pedro Fonseca (1926) con formato didáctico expositivo. Probablemente en 1930, el doctor Darío Gonzales dio a luz el "Nuevo Compendio de Geografía de la América Central", con ilustraciones y mapas de los cinco países del Istmo.
La presente edición de la "Geografía Elemental de la República del Salvador" de Dawson es un documento histórico en marcado en la educación comparada. No se presenta hoy como un texto para escolares, sino como un ejemplo del pasado para los estudiosos actuales.
El trabajo de Dawson de hace 16 años es un desafío para quienes ahora tienen en sus manos responsabilidades científicas y culturales.



Gilberto Aguilar Avilés.
Diciembre de 2006.


Fuente: Dawson, G. (2006). Geografía elemental de la República de El Salvador. San Salvador: Algier ’s Impresores

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Está en venta?

Entradas populares de este blog

Escuela de Pájaros

A LA VIBORA, VIBORA... A la víbora, víbora, de la mar, por aquí quiero pasar. Las olas que se acercan, las olas que se van, y detrás de las olas, las olas más y más... Escamas de arco-iris, escamas de metal. ¡ya se durmió la víbora, ya quiere despertar! Camino de mi frente -caminito especial- si de mi frente sale, ¿quien lo puede alcanzar? En menos de un segundo conoce la ciudad; en lo que cierro un ojo por el aire se va; siguiendo mariposas deja juegos atrás y toca de repente, la víbora de la mar. Aunque niño me llamo y no puedo nadar muchas islas descubro sentado en mi diván. Al agua marinera, que baila por bailar, sin mojarme la blusa la puedo atravesar. Caballito marino, caballito de sal, con brida de canciones te logro sujetar. ¿En dónde llora y llora la niña tempestad? ¿En dónde crece, rojo, el árbol de coral? Iremos galopando -rataplán, rataplán- caballo de los tumbos, que sabes galopar. ¡Qué praderas de espuma! ¡Qué montañas

Sara Palma de Jule

                                                             Sara Palma de Jule Nació en Santa Ana. Se graduó como maestra normalista en la Escuela Normal "España", habiendo obtenido el primer lugar de su promoción. Colaboró con  El Diario de Hoy con la "Revista Dominical" de La Prensa Gráfica. Durante varios años trabajó en las Empresas DIDEA, donde fungió como secretaria del magnate don Luis Poma. A su vocación poética se une su ingenio e indiscutibles dotes intelectuales. Una escuela de la ciudad de Apopa lleva su nombre. Es miembro del Ateneo de El Salvador, Ateneo Salvadoreño de Mujeres, Unión de Mujeres Americanas UMA, Organización Mundial de Educación Preescolar OMEP y Club de Mujeres de Negocios y Profesionales. Ha viajado por Guatemala, Costa Rica, Panamá, los Estados Unidos, España, Francia, Italia, Suiza y Austria. Obras publicadas: "Surtidor de Trinos" (1982), "Tranvía de Ilusiones" (1984), "Fantasia" (1994)

Tierra de Infancia

                                                                     Claudia Lars Tierra de infancia es el lugar estético donde el pasado de la realidad, recuperado a través del recuerdo, alcanza actualidad por la prosa poética concretada en diversas formas estilísticas. No es, por tanto, un libro de cuentos; mucho menos una novela. Es, sencillamente, realidad del mundo y del hombre actualizada poéticamente en la dimensión de los hechos y en la dimensión de sus significados. Quizá por eso convenga mejor ir pensando en Tierra de infancia como en un libro de "memorias poéticas." En Tierra de infancia , Claudia Lars, pasada buena   parte de la vida, se empeña volitivamente en actualizar el recuerdo de un lapso importante para ella, la infancia, con origen y finitud como toda experiencia de la vida. Tierra de infancia está impregnada de amor, de alegría y de ternura. Es el rostro del amor personal, el habido por cada hecho y el habido por cada recuerdo. Pero también en Ti